Silencios


Se nos ha dicho que quien calla otorga, y nada más alejado de la realidad, ya que somos prisioneros de nuestras palabras y sólo nuestros silencios son nuestros y nos hacen libres.
Lo que callamos tiene más poder que lo que decimos, la esencia de nuestro yo más interno, nuestros sueños anhelos y deseos, la plasmación de todo aquello que la mayoría de las veces sería considerado inconveniente o nos dejaría desnudos y desamparados ante el mundo, nos convertiría en vulnerables.
Por eso la gente los teme, ya que en cierta medida nos hace inaccesibles, sólo la complicidad de quien se asoma a nuestra alma, aprenderá a interpretarlos, a llenar esas lagunas, que quedan sueltas, esa palabras por decir o travestidas en inocuas fórmulas con las que mantenernos a salvo, guardando nuestros secretos más intimos y permitiendonos vivir en sociedad, sin forzarnos a expresrlos.
Nuestros silencios son las espinas que van rodeandonos, y confortandonos, aquellos a los cuales podemos recurrir, cuando no nos comprenden o ni tan siquiera se molestan en intentarlo.


Octavio Paz

Silencio
Así como del fondo de la música
brota una nota
que mientras vibra crece y se adelgaza
hasta que en otra música enmudece,
brota del fondo del silencio otro silencio,
aguda torre, espada,
y sube y crece y nos suspende
y mientras sube caen
recuerdos, esperanzas,
las pequeñas mentiras y las grandes,
y queremos gritar y en la garganta
se desvanece el grito:
desembocamos al silencio
en donde los silencios enmudecen
Fotografía de David Vance

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