pendi golgo: Retratos de la Belle Époque

Giovanni Boldini, "Cléo de Mérode" (1901)

"Retrats de la Belle Époque" es el titulo de una de las exposición que en estos momentos podemos visitar en el Caixa Forum de Barcelona, un paseo por algunos de los rostros que configuraron una época, que se extiende desde la última década del s. XIX hasta 1914, marcada por el optimismo y el desarrollo. A lo largo de este paseo vemos desfilar obras de Giovanni Boldini, John Singer Sargent, Joaquim Sorolla, Valentín A. Serov, Henri de Toulouse-Lautrec, Anders Zorn, Ramon Casas, Pierre Bonnard, Édouard Vuillard, Hermen Anglada Camarasa, Max Oppenheimer, Oskar Kokoschka, Egon Schiele, Max Pechstein y Ernst L. Kirchner entre otros, formando la esencia del retrato durante esa época dominada principalmente, en lo plástico, por el Modernismo, el Fauvismo y el Expresionismo.

Ignacio Zuloaga, "Condesa Mathieu de Noailles" (1913)

Joaquin Sorolla, "María Con Sombrero" (1910)

Giovanni Boldini, "Dama en rosa" (1916)

Pierre Bonnard, "Misia Godebska" (1908)

Joaquin Sorolla, "Alfonso XIII con uniforme de husares" (1907)

John Singer Sargent, "Retrato de Millicent, duquesa de Sutherland" (1904)

Joaquin Sorolla, La familia de Rafael Errazuriz (1905)

John Singer Sargent, "Essie, Ruby y Ferdinand, Los niños Asher Wertheimer (1902)

James Jebusa Shannon, "Negro y Plata" (1910)

Modernismo, Fauvismo y Expresionismo, tendencias que dan una expresiva muestra de lo que fue una época optimista, que se alzaba orgulloso tras el final de la Guerra Franco-Prusiana, y de como poco a poco esta va avanzando hacia el desastre de la Primera Guerra Mundial, esa es justo la impresión que uno tiene al acabar la exposición, la de un mundo que ha desaparecido, aunque en aquellos momentos no se podía ni sospechar lo que aún le esperaba a la castigada Europa.

Ilya Efimovich Repin, "Retrato de Leonid Andreyev" (1902)

Osip Emmanuilovich Braz, "Retrato de Anton Pavlovich Chekhov" (1898)

Henri Toulouse Lautrec, "Chocolat bailando en el bar darchille" (1896)

Christian Krohg, "Retrato de Gerhard Munthe" (1885)

Esta exposición se centra en cómo se veían o querían verse los hombres y mujeres de esa época, mediante el autorretrato que marca la importancia de la conciencia subjetiva, el retrato de sociedad como elemento de reafirmación del status social, buscando un nuevo elemento que aporte mayor profundidad, el elemento psicológico, reflejo del carácter del retratado,hay que ir más allá de la mera imagen. El retrato trasciende su simple función representativa para darnos una visión del entorno, de la forma de vida y del carácter del representado y por extensión de la época en la que vivimos. Así, acertadamente, en medio de toda una pléyade de pintores europeos aparece la figura del norteamericano, John Singer Sargent, como reflejo de los cambios que se avecinan, Europa dejará de ser el centro del mundo para dejar paso a los U.S.A. que empiezan a desperezarse del aislacionismo y provincianismo en que han vivido desde su independencia.